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Y… SE CASARON MARIBEL Y JAVIER

Sí, Maribel y Javier se casaron el día 12 de octubre de 1968. Hace ahora 50 años que se desposaban esta torralbesa y este azueluco en la iglesia de…
29 Noviembre, 2018

Sí, Maribel y Javier se casaron el día 12 de octubre de 1968. Hace ahora 50 años que se desposaban esta torralbesa y este azueluco en la iglesia de Torralba del Río. Hoy 12 de octubre de 2018 han renovado su matrimonio en la iglesia del Monasterio San Jorge de Azuelo. Han celebrado las Bodas de Oro de su matrimonio

Cincuenta años llevan conviviendo juntos esta pareja de Torralba y Azuelo… y lo que les queda aún. Cincuenta años que han transcurrido por diversas ciudades del país. Lo normal para esta generación de navarros abocados a la emigración allí a finales de los sesenta. Y es que Javier fue un desertor más del arado cuando los tractores invadieron el agro español echando del campo a muchísimos labradores que buscaron su sustento en la industria.

Javier emigró a “los vascos”, como la mayoría de los de Azuelo. El trenillo de Santa Cruz y la Estellesa se encargaron de los traslados y familiares asentados en Vascongadas les buscaban acomodo en talleres y fábricas. Así fue como Javier llegó a la empresa Luzuriaga de Pasajes, pasando poco tiempo después a formar parte de la empresa de Ascensores Orona de Hernani. Esta empresa lo trasladó a Burgos y allí que se fue con Maribel, su mujer, y establecieron su hogar. El matrimonio empezó a tener descendencia. En Burgos nacieron sus tres hijos Marka, Isa y Javi. Pasaron los años, no muchos, y un nuevo traslado de la empresa los llevó a Miranda de Ebro. El boom de la construcción hizo que Ascensores Orona abriese nuevas delegaciones y así fue como la familia de Javier aterrizó en Pamplona en cuanto pudo, la tierrica les tiraba mucho, donde fijaron definitivamente su residencia. Y en Pamplona permanecen disfrutando de una bien ganada jubilación y de la compañía y el cariño de sus hijos y nietos, aunque en Azuelo también disfrutan largas temporadas de la Sierra de Codés y la huerta o tomando el sol en las Eras de Arriba donde tienen su casa.

 El doce de octubre en Azuelo el volteo de las campanas del Monasterio anunciaba un día de fiesta, se celebraba las Bodas de Oro de Javier y Maribel. Familiares, amigos y vecinos de Azuelo acudieron a la celebración. La celebración religiosa dirigida por Braulio, sacerdote primo de Javier, fue muy amena, participativa e interactiva. Intervinieron los hijos, nietos y familiares; toda una sorpresa para los contrayentes que les hizo saltar alguna lagrimica. La ceremonia fue amenizada por el Grupo de Jotas “Gracia Navarra” de Pamplona cantando la Misa Navarra. En este grupo de jotas participaron durante muchos años Isa y Javi, los hijos de Javier y Maribel. Fue Isa la que quiso recordar sus tiempos de jotera cantándoles una jota a sus padres que no pudieron disimular su emoción.

Tras la ceremonia religiosa los contrayentes ofrecieron a todos los asistentes un lunch en los Planillos de la iglesia. De allí se trasladaron los contrayentes y la familia al Granero para asistir al banquete nupcial. Estaba el salón del Granero engalanado para la ocasión con innumerables fotografías de los novios y familiares destacando entre todas una fotografía de los novios a tamaño natural del día de su boda allí por el 68.

En la sobremesa los hijos proyectaron para sorpresa del matrimonio un “documental” de sus vidas. Sobremesa que contó con una gran sorpresa más, ya que Javier y Maribel al entrar en el salón vieron que estaba montado un equipo de música de un grupo que actuaría para cerrar la fiesta con baile. Lo que ellos no sabían que los que entraron cantándoles ya desde la puerta eran nada más y nada menos que el Mariachi Los Tenampas, grupo muy querido en Azuelo, donde ya ha actuado en incontables ocasiones, y preferido por Javier a quien las mexicanas, como él dice, le chiflan. Así, cantando y bailando, terminó esta alegre efeméride para alegría y satisfacción de todos los que a ella asistieron.

Desde aquí felicitamos por este acontecimiento a Javier y Maribel,  a sus hijos Mayka y Rafa, Isa y Raul, Javi y Maite, a sus nietos Nahia, Aritz, Ohian, Aner y Enaitz, y a todos sus familiares. Para todos ellos un abrazo y…, con permiso de los contrayentes, los emplazamos a todos, todos, todos los que asistieron a las Bodas de Oro para que dentro de diez años acudan a las Bodas de Diamante de Javier y Maribel. ¡Felicidades, pareja!