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SENDERISTAS RIOJANOS VISITAN AZUELO Y SU ENTORNO

El día 21 de diciembre de 2021 un grupo de senderistas de Logroño, “Los Mercreditas” llegaron a nuestro pueblo para conocer su entorno
04 Febrero, 2022

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Asociación C. R. Santa Engracia

El día 21 de diciembre de 2021 un grupo de senderistas de Logroño, “Los Mercreditas” llegaron a nuestro pueblo para conocer su entorno y el Monasterio, tras visitar Torralba y Codés.

El objetivo de este grupo es conocer ermitas. En sus múltiples salidas, años llevan en ello, han conocido todas las ermitas de La Rioja y ahora están conociendo las ermitas de Navarra, iniciando sus recorridos por los pueblos navarros más cercanos a Logroño.

A las nueve de la mañana Pedro, el Secretario de la Asociación Santa Engracia, que sería el guía de la excursión, recibió a los senderistas en Torralba del Río, junto a la Balsa del Moro. Tras explicarles el acontecimiento que todos los años tiene lugar en la Balsa con la Caza del bandido Juan Lobo que se guarecía en la cueva de Malpica en la Sierra de Yoar, pusieron rumbo al Santuario de Codés, Santuario de las tres provincias Navarra, Álava y La Rioja.

Desde el aparcamiento de Codés tomaron el camino del monte que desde el depósito del agua y el Corral de El Rubio va en dirección a Las Dos Hermanas faldeando Peña Blanca y Yoar. Llegaron a La Carbonera y desde allí subiendo la mirada por El Cañadizo admiraron el Puente del Diablo para bajar a la sombra de Las Dos Hermanas hasta la Choza de Los Pastores.

En la Choza de Los Pastores se detuvieron a almorzar y echar un trago de agua. Pedro les explicó el origen de este refugio y como se había construido por voluntarios de la Asociación Santa Engracia como si fuese una vereda, que así se ha llamado siempre en Azuelo, como se llama en La Rioja, al trabajo voluntario y comunitario del pueblo al que ahora llamamos auzolán. La Choza de Los Pastores les causó muy buena impresión por su buen estado de conservación y el paisaje donde está enclavada.

Prosiguieron su ruta monte abajo parando en la fuente de Valdillera y en la fuente de Las Arcas. Las máquinas de fotos y los teléfonos echaban chispas sacando fotos durante todo el recorrido. Desde la fuente de Las Arcas se adentraron por el camino de Fuentesfrías hasta el Corazón de Jesús de los Hermanos Esparza. Este rincón les sorprendió de tal forma que no daban crédito de que unos particulares mantuviesen tan bien cuidado un jardín en pleno campo para uso y disfrute de todos los viandantes que por allí pasasen.

Eran las once de la mañana cuando los senderistas entraban en Azuelo y, tras visitar los dos lavaderos, llegaron al Monasterio. Pedro les explicó la historia y fábrica del Monasterio Benedictino de San Jorge de Azuelo desde sus orígenes hasta su destrucción en el s. XIX. Monasterio del que sólo queda en pie la iglesia románica. Les habló de la riqueza de sus reliquias, de las que quedan ya muy pocas haciendo hincapié en “la Cabeza de San Jorge” con el rito de la risma para sanar la enfermedad de la rabia de las personas y de los animales, perros y caballar.

Tras visitar la iglesia continuaron con el itinerario programado rumbo a Torralba del Río haciendo una parada en la ermita de San Simeón, objetivo de su excursión, ya que como ellos sabían y Pedro les explicó, esta ermita es la única que sigue en pie de todas las que tuvo Azuelo, San Martin, Santa Engracia, San Millán y Santa Gadea. Pedro les explicó la vida y avatares de este santo oriundo de Cabredo (Navarra) con la importancia que tuvo en el Reino de Navarra del que era el patrón de los agricultores hasta que los castellanos cuando ocuparon Navarra lo sustituyeron por San Isidro, que vino a ocupar su puesto.

Desde la ermita de San Simeón los senderistas salieron a la carretera y por el camino de la Lusa llegaron hasta Torralba donde tenían aparcados los coches. La visita a Torralba la dejaron para otra ocasión ya que era la hora de la comida y con los coches subieron al Santuario de Codés para celebrar la comida de final de año del grupo donde no faltaron los gorros navideños y los villancicos. Por la tarde visitaron el Santuario regresando a Logroño tras pasar un excelente día de campo ya que el sol les acompañó toda la jornada olvidándose de la niebla que cubría todo el valle del Ebro cuando salieron por la mañana de la capital riojana.