RUTA DE LAS PALOMERAS

22 Mayo, 2023

Colabora

Asociación C. R. Santa Engracia

El día 13 de mayo de 2023 tuvo lugar una actividad de senderismo por la Sierra de Azuelo con el epígrafe de “Ruta de las Palomeras” organizada por la Asociación C.R. Santa Engracia-Centro Cívico de Azuelo. Son las palomeras los puestos fijos de caza donde se sitúan los cazadores durante el otoño cuando el paso de la paloma torcaz se produce desde el centro y este de Europa hacia el suroeste de España. Los fuertes vientos en contra hacen que las palomas vuelen bajas y es entonces cuando al pasar por encima de las palomeras los cazadores disparan sus escopetas para abatirlas.

Las palomeras que hay en Azuelo son para cazar las palomas en la modalidad de al vuelo sin que éstas se paren. Hay de dos tipos, de suelo y aéreas. Las de suelo son de dos tipos, con seto natural y con seto artificial,

A las 10,00 h. de la mañana se concentraron en el domicilio de la Asociación los senderistas que iban a participar en la actividad partiendo seguidamente con dirección a La Salera. Saliendo del pueblo por Cuesta Soria pasaron sobre el río Linares con tan poco caudal que se podía pasar andando de piedra en piedra sin mojarse. El caudal del río más caudaloso de Azuelo baja en estas fechas con menos caudal que el que bajaba el año pasado en agosto; fácil será que para el próximo agosto se haya secado.

Superado el río Linares los senderistas se lanzaron a por el primer repecho del camino hasta llegar a la altura del Sero. Tras una breve parada continuaron ascendiendo por el serpenteante camino y de fuerte desnivel hasta llegar a La Salera. Se preguntaban cómo podían subir y bajar cargados de pinos los camiones con remolque que se utilizaron cuando se hizo hace pocos años la entresaca del pinar.

Llegaron los excursionistas a la primera palomera de La Salera de la que uno de sus más asiduos ocupantes es “Chamaco”. Este puesto está en el suelo protegido por seto natural reforzado con ramas secas. De allí avanzaron en busca de la siguiente palomera de La Salera, “El chalet de Tomás el de Eibar”. Esta palomera también es de suelo con seto natural reforzada con palés lonas, esterillas…, dispone de banco para aguantar allí cómodamente a esperar a que lleguen las palomas.

Desde La Salera prosiguieron el itinerario marcado llaneando hasta llegar al alto de la Espina donde visitaron la tercera palomera, también de suelo con seto natural para parapeto.

Bajaron los excursionistas hasta la fuente de Las Pilas, restaurada en 2002 por la Asociación, por la cuesta de la Espina, por el camino viejo, el camino medieval abandonado tras el nuevo camino realizado por la parcelaria hace veinte años y que la maleza se lo va comiendo, apenas se ven algunas de sus losas que marcaban el camino y el empedrado del centro. Tras hacer un descanso y beber agua en la fuente de Las Pilas prosiguieron su ruta entrando en el pinar de Mora hasta llegar a media altura del pinar donde vieron la última palomera. Esta palomera es aérea, situada sobre un andamio de cuatro cuerpos domina las copas de los pinos y desde allí es más fácil dispararle a las palomas que sobrevuelan los pinos. Continuaron camino arriba hasta llegar al Picón donde vieron el Pino del Picón. Un árbol singular y emblemático de Azuelo protegido por Medio Ambiente de Navarra. Se trata de un pino de la tierra con siete brazos que la naturaleza ya le ha arrancado uno.

Desde el Picón prosiguieron ruta los senderistas para llegar a la cuerda de los “molinos”, los gigantes aerogeneradores, que les llevaría hasta la Espina de nuevo, Antes de llegar a los molinos visitaron el aljibe del Picón, restaurado por la Asociación en 2003. Desde la Espina se dirigieron al Corral de Ganuza, restaurado por la Asociación en 2005, donde iba a tener lugar la comia.

Fueron llegando los 24 senderistas de la excursión al Corral de Ganuza donde tras descansar y tomar unos refrescos dieron con una sabrosa comida con menú de picnic y barbacoa maridado con vino rioja con postres y café. Eran las seis de la tarde cuando los senderista cuando tras una animada sobremesa emprendieron el regreso al pueblo, unos andando y otros en los todoterreno de apoyo, tras pasar una jornada en contacto directo con la Naturaleza y disfrutar de vistas espectaculares del Valle de Aguilar y del Valle del Ebro.