ROMERIA A CODES 2014

21 Mayo, 2014

El día 11 de mayo, un día típico de primavera con un amanecer nublado y ventoso amenazando lluvia fue evolucionando a lo largo de la mañana hasta quedar un día soleado, los de Azuelo cumplieron un año más con la tradición de subir en romería al Santuario de la Virgen de Codés.

La tradición de las romerías es anterior a la cristianización de nuestra tierra; nuestros antepasados paganos ya celebraban la fiesta de la llegada de la primavera en su calendario agrícola reuniéndose en determinados lugares del monte para festejar a sus dioses, las fuerzas de la naturaleza, con una serie de ritos con los que les invocaban amparo y protección y, de manera muy especial, les rogaban por la bonanza de la cosecha. La Iglesia recondujo estas fiestas, las cristianizó, conservó y canalizó a través de su calendario litúrgico. Es así como desde tiempos inmemoriales nuestro pueblo acude el segundo domingo de mayo en romería al Santuario de Codés. Hasta el último tercio del siglo pasado esta romería se hacía el día 9 de mayo, fecha también en la que los mozos y mozas de Azuelo acudían desde Codés a la romería de San Gregorio en Sorlada donde se relacionaban con los del Valle de la Berrueza, que para eso se guarda en el Monasterio de Azuelo el “Brazo de San Gregorio”.

Los de Azuelo mantienen esa tradición, aunque más del noventa por ciento de los asistentes a la romería ya no son labradores y no tienen que interceder por sus cosechas, mas no pierden la ocasión de solicitarle a la Virgen otro tipo de favores.

Lejos quedan los años en los que subían todas las familias del pueblo en romería a Codés; nos tendríamos que remontar a la época en la que no había coches y era un caballo percherón tirando de un pesado carro con ruedas de llantas de hierro el que acarreaba desde Azuelo hasta Codés todas las cestas de la comida de los romeros y los garrafones de vino del Ayuntamiento para regar el almuerzo y la comida.

Hasta que aparecieron los coches se subía al Santuario andando en procesión por la mañana y se regresaba por la tarde de la misma forma después de rezar el rosario. Hoy se sube en coches y se almuerza en el frontón, allí después de almorzar se organiza un simulacro de procesión para hacer la entrada en el Santuario a oír misa; tras la misa, la mesa con mantel de papel y caracoles y cordero guisado como platos típicos y, tras la mesa… la desbandada, cada azueluco a su nido, los menos, muy menos a Azuelo; del largo centenar de comensales asistentes a la comida, no más de diez pernoctaron en Azuelo.

Como el año pasado, el número de romeros se va manteniendo gracias al soporte de las seis o siete “familias fijas y extensas” que no faltan ningún año y que asisten tanto al almuerzo como a la comida, la de Cipriana y Marcelina, la de Flora y Mari, La de los dos José Manuel, la de Miguel El Tendero, la de Carmelo, la de Puy y la de José Mª “El Carbonero”, y otras que acuden solamente al almuerzo, entre ellos el Alcalde, que como no se quedó a comer no se enteró de que faltó vino en la comida y lo hubo de abastecer el hospedero del Santuario.

Azuelo es ya el único pueblo que mantiene la tradición de quedarse a comer en el Santuario, antiguamente lo hacían todos los pueblos que a él acudían en romería. Ahora, algunos de ellos tras la misa se toman un aperitivo y… a su pueblo. Agradecemos a todos los descendientes y simpatizantes, que también los hay, de Azuelo que asisten este día a la romería el esfuerzo que hacen para trasladarse desde su lugar de residencia habitual, Vitoria, Pamplona, Santander, Logroño, San Sebastián, Bilbao, Madrid, Bidart, Zumárraga, Mendavia, Los Arcos, Estella… Gracias a ellos se mantiene esta tradición, porque no nos podemos imaginar una romería desde Azuelo con una docena o menos de romeros.

Hoy la romería es una grata jornada de convivencia donde se comparte mesa y mantel y se evocan recuerdos de antaño. Ojalá que el próximo año se mantenga el número de romeros y si es posible, aumente; eso depende de ti que estás leyendo estas líneas. Si eres de los que has asistido este año, no faltes el próximo, y si no has asistido, tendrás ocasión de hacerlo el próximo mayo en su segundo domingo, nos veremos todos en Codés “EL DÍA DEL AZUELUCO AUSENTE”, que es como le podríamos llamar a esta fecha.