DIA DE NUESTROS MAYORES 2010 EN AZUELO

06 Agosto, 2010

 

Desde hace muchos años se viene celebrando en Azuelo la fiesta del Día de Nuestros Mayores el último sábado del mes de julio; este año coincidió con el día 31, último día del mes.    Es una de nuestras fiestas más entrañables donde las personas mayores del pueblo y las que de él descienden y que en su día lo tuvieron que abandonar por motivos laborales regresan a él juntándose todos. Aquí conviven durante todo el día recordando los tiempos pasados, a los ausentes que no pudieron asistir y también a los ausentes que fallecieron. Conversación a raudales que sólo es acallada cuando dan buena cuenta del cordero en la comida.   Este año fueron 48 los jubilados que asistieron a su fiesta que se iniciaba a las doce de la mañana a son de campana del Monasterio para asistir a la eucaristía que celebró nuestro párroco, Jan. Tras la misa se trasladaron todos al salón del centro cívico para rendir homenaje a uno de nuestros jubilados, a Julio Zamora, que fue alguacil de Azuelo durante más de treinta años; la asociación le entregó una placa y el agradecimiento de todos los azuelucos.   Después del homenaje a Julio visitaron la exposición “Juegos y juguetes antiguos” que tantos y tantos recuerdos les traían de sus años de infancia, de juventud así como las de sus hijos.   Eran las dos y media de la tarde cuando se sentaban a la mesa en El Granero para dar buena cuenta de la comida que las mujeres de la asociación les habían preparado con el mejor menú que ellos quieren degustar: entremeses con cogollo de Tudela con anchoa, espárragos y jamón, langostinos de Mariscos El Puerto de San Sebastián, langostinos de los buenos, de los que nos gusta comer en Azuelo, sorbete de limón o “soplete” como algunos le llaman, cordero asado, ración tras ración hasta dar con los cinco corderos asados en el horno de Mendavia y que los socios los traen desde allí a su hora y calentitos, como debe ser, para postre melón y tarta helada, terminando con los cafés, pastas y copas. Un buen menú muy apreciado por los asistentes y que fue “regado” con vino blanco y tinto de La Rioja.   En la sobremesa actuó para todos los asistentes y para todos los vecinos que vinieron al Granero a tomar café y una copa la Rondalla El Salvador de Pamplona, un grupo, por supuesto que también de jubilados, que con sus canciones contactó muy bien con los comensales y que prolongó su concierto hasta que todos, comensales y rondalla, quedaron satisfechos del atracón de música y canciones. La Asociación entregó una oveja de porcelana con su cencerro dedicado a la Rondalla y tras el concierto, dada la hora que era agasajó a la Rondalla y sus acompañantes con una merienda antes de salir para Pamplona.   Eran las nueve de la noche cuando se cerraban las puertas del Granero y con ellas una jornada de las más gratas vividas en Azuelo a lo largo del año ¡Ojalá que el próximo año el último sábado de julio nos juntemos todos los que este año hemos asistido y si es posible alguno más!  

Jubilado de Azuelo, si este año por la razón que fuere no has podido asistir a esta fiesta, anótate ya en tu agenda la del próximo año. Como decían nuestros abuelos: “Buen trago y buen “zumarro”, que el “defunto” ya no “güelve”