CONFERENCIA: “ANALISIS Y EVOLUCIÓN DEL ROL DE LA MUJER Y EL DEL HOMBRE EN EL DUELO”.

03 Noviembre, 2010

 

            Para la celebración del Día de la Mujer Ruralla Asociación programó una conferencia que tuvo lugar el día 11 de octubre con el título “Análisis y evolución del rol de la mujer y el hombre en el duelo”.

 

            La conferencia fue impartida por Raquel Toribio Sánchez, Psicóloga y Promotora de Igualdad de Equala, Consultoría de Igualdad de Oportunidades en la ludoteca con una asistencia de doce mujeres y dos hombres. Aunque la afluencia de asistentes es satisfactoria en relación con los habitantes que tiene Azuelo, dado el tema tratado, del que se habla tan pocas veces como si fuese un tema tabú, sentimos que se lo perdiesen muchos de los convecinos y socios de la asociación a los que también podría haberles enriquecido en su formación personal todo lo que aquí se escuchó.

 

            La conferencia se inició con la definición de duelo, sus componentes emocionales, sus consecuencias (tanto a nivel psicológico, físico, social…), los factores de riesgo que pueden complicar el proceso de duelo y convertirlo en patológico, la diferencia entre duelo normal y patológico… pasando a continuación a un repaso histórico del tratamiento y superación del duelo en nuestra cultura diferenciando cómo ha afectado a los hombres y mujeres en sus hábitos sociales, religiosos, económicos, vestimenta… hasta llegar a nuestra sociedad actual centrándose en el duelo en el anciano, dado que la población de Azuelo está muy envejecida y hay un gran porcentaje de viudez. La última parte de la conferencia versó sobre el análisis y conceptualización de la relación existente entre el proceso de duelo y el adulto mayor profundizando como vive este proceso el senescente en esta etapa de su vida poniendo especial atención al proceso vivido por la muerte del cónyuge. Esto debido a que todos llegaremos a esa edad y será inevitable que tarde o temprano perdamos a nuestra pareja, siendo la mayor probabilidad de que esto ocurra en esta etapa de la vida, la adultez tardía.

 

            La viudez en esta etapa está acompañada de la soledad, entendida como la crisis que se produce por la pérdida de personas queridas. Esta es una de las experiencias más duras a las cuales se ve enfrentado el senescente, el hecho de perder al ser con quien ha compartido una larga etapa de su vida. Es importante el papel que juegan los hijos en esta situación, ya que son ellos quienes deben tratar de aliviar esta soledad.

 

            El hecho debido a que el ciclo de la vida de los hombres es más corto, y estos suelen ser mayores que sus esposas, la situación de viudez es más normal entre las mujeres mayores. Lo cual acarrea una serie de conflictos, no sólo por la muerte del cónyuge sino además por el hecho de tener que enfrentar ahora la vida sola. Si el marido, en este caso, ha sido la principal fuente de sustento ya sea económico, afectivo o de otra índole, su muerte suele implicar cambios en el nivel de vida. Incluso al despertarse adquiere otro significado cuando nos damos cuenta que a nuestro lado no hay nadie. Las mujeres viudas aprenden a funcionar en su propia casa sin la presencia de su marido. La mayoría de las mujeres siente que la pérdida del esposo es una pérdida de apoyo emocional. Por su parte los hombres viudos, tienden a sufrir de intensa depresión luego de la muerte de sus esposas, lo cual se traduce en la búsqueda rápida de una nueva pareja para casarse. La persona viuda, entonces, debe reconstruir una identidad cuyo elemento esencial pudo haber sido la persona casada durante la mayor parte de su vida adulta.

 

            Terminó la conferencia dando unas pautas para el tratamiento de apoyo que se puede dar a una persona que está atravesando por un proceso de duelo. Finalmente se abrió un pequeño debate en el que hubo bastante implicación por parte de los asistentes; entre otras cosas se comentó una noticia de actualidad, la situación que están viviendo los mineros de Chile en el interior de una mina esperando su rescate y los sentimientos que podían estar viviendo sus familias (se habló sobre todo de esperanza, aunque también de miedo).