AUZOLAN EN AZUELO

02 Noviembre, 2013

             El día 17 de octubre el periódico “Diario de Navarra” publicó un reportaje sobre nuestro pueblo en la sección “Así es mi pueblo”, en la que cada jueves aparece un pueblo de Navarra y es uno de sus vecinos más conocidos quien hace de guía por el mismo pueblo para los lectores de este periódico. 

            El reportaje de Azuelo llevó por título “Auzolan en Azuelo” y fue Pedro, el Secretario de la Asociación, quien hizo de guía. El periódico le dio un buen tratamiento a nuestro pueblo al que dedicó su portada y dos páginas interiores a color, que aquí reproducimos para quien desee verlas y leerlas. 

            En Azuelo no se ha usado la palabra “auzolan” hasta hace pocos años, aquí como en los pueblos vecinos desde Mendavia a Los Arcos y Viana se utilizaba la palabra “vereda” para indicar el servicio personal obligatorio exigido a los vecinos de un pueblo para obras o servicios de utilidad común. Así fue como en Azuelo se arreglaban los caminos, se trajo el agua a la fuente pública y se echó cemento a todas las calles del pueblo entre otras actuaciones.

             En Azuelo con el éxodo rural de finales de los sesenta y principios de los setenta del siglo pasado cuando se vació de población el pueblo, se dejó de usar esta ordenanza municipal. Fue en el año dos mil cuando la Asociación Santa Engracia, ante el estado tan deteriorado en el que se encontraba el pueblo, retomó esta costumbre con alguna variante, ya no fue un trabajo comunitario obligatorio para los vecinos, sino voluntario para quien quisiera acudir a él, fuese o no vecino del pueblo, de hecho varios vecinos del pueblo no aparecieron en los trabajos ni un solo día, los que si asistieron con mucha asiduidad fueron muchos socios y socias de nuestra asociación hijos del pueblo o simpatizantes del mismo que aportaban su colaboración durante su tiempo libre. Eso sí, quienes acudían al tajo lo hacían además de voluntaria, altruistamente, sin cobrar; no sólo eso, sino que en ocasiones aportaban materiales, vehículos, máquinas y herramientas propios. La Asociación se encargaba de atender muy bien a estos trabajadores, a los que les proporcionaba el almuerzo, la merienda y bebida fresca, ya que las labores se hacían generalmente en verano. 

            Desde el año dos mil al año dos mil siete fueron innumerables las actuaciones realizadas en auzolan por la Asociación en nuestro pueblo en perfecta sintonía con los Alcaldes del momento, José Manuel Díaz de Cerio, primero, y José Ignacio Crespo, después. La ilusión con la que los asistentes trabajaban, a falta de medios y recursos, hilvanó un largo rosario de mejoras para el pueblo en todos los ámbitos, rústico, urbano, etnográfico, ornamental, social, cultural, medioambiental…Así se restauró el Ayuntamiento, los lavaderos, las fuentes, los aljibes, los refugios, las zonas verdes de la iglesia y la ermita de San Simeón,  se iluminó el Monasterio, se bachearon las calles, se montó el parque infantil, se dotaron la biblioteca, la ludoteca y el centro de informática, se hizo e instaló el alumbrado ornamental de Navidad, se construyeron los refugios, se retjaron los tejados del pórtico de la iglesia… Proyecto tras proyecto se iban haciendo realidad toda aquella lluvia de ideas que tenía por objetivo mejorar nuestro pueblo y que fueron recogidas en un proyecto integral bajo el epígrafe “Revitalización de un pueblo en fase terminal: Azuelo (Navarra)”. Proyecto que a lo largo de su realización se le reconoció con un sin fin de premios y distinciones, siendo los más importantes en el año 2007, 1º Premio del “I Concurso de Buenas Prácticas en Políticas Municipales de la Federación Navarra de Municipios y Concejos”, premio que recogió el entonces Alcalde, José Ignacio, de manos del Presidente de Navarra Miguel Sanz Sesma, en el Baluarte de Pamplona, y en el año 2008 que fue premiado por la ONU en Dubai con la calificación de “GOOD” en el “VII Concurso Internacional de Buenas Prácticas de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos”, premio que recogió en 2009 el Secretario de la Asociación, Pedro, en Madrid en el Ministerio de la Vivienda de manos de la Ministra de Vivienda  Beatriz Corredor Sierra. 

            Con la llegada del actual alcalde, Roberto Crespo,  en el año dos mil siete surgieron discrepancias entre el Ayuntamiento y la Asociación, consecuencia de las cuales fue la pérdida de la ilusión de quienes participaban en el auzolan, disminuyendo notablemente el número de participantes y decreciendo fuertemente el ritmo de actuaciones. En el año dos mil once con la renovación de mandato por Roberto, las discrepancias entre Ayuntamiento y Asociación en vez de desaparecer, aumentaron y es a partir de este año cuando la Asociación abandona definitivamente todos los trabajos de auzolan para el pueblo. Este año, dos mil once, la Asociación se volcó en la restauración y rehabilitación de la casa que compró en dos mil ocho, la Casa de La Corada, convirtiéndola en la Casa Encantada de Azuelo, recreando en ella la vivienda típica de Azuelo hasta los años sesenta del siglo pasado, además de servir para el cometido con el que fue comprada, para almacén de todos los materiales de la Asociación. 

            El resurgir que nuestra Asociación le dio al auzolan en Azuelo hizo que fuese convocada el veintiséis de junio de dos mil diez a exponer su experiencia en el Instituto de Auzolan de Euskal Herria en Usúrbil (Gipúzkoa) como modelo  de lo que se podía hacer en un pueblo equeño. 

            Hoy el auzolan ha desaparecido de nuevo en Azuelo. El Alcalde no ha sabido o no ha querido utilizar esa mano de obra voluntaria y altruista tan necesaria para el mantenimiento de nuestro pueblo, así vemos como tras dos años de dejación de estas funciones por la Asociación, el césped se seca en verano y hay varios aspersores estropeados, el mobiliario urbano se deteriora, algunas fuentes no manan y su entorno lo engulle la maleza, los bebederos y lavaderos los invade “el pelo rana”  y  trabajos como cortar el césped de las zonas verdes, la limpieza de las calles, podar los árboles o montar el alumbrado ornamental de Navidad, el Ayuntamiento los tiene que pagar. ¡Qué tiempos aquellos, tan cercanos!,  cuando un grupo heterogéneo de mayores y jóvenes, mujeres y hombres colaboraban ilusionados, voluntaria y altruistamente en el mantenimiento y restauración de su pueblo con la satisfacción de verlo mejorar de día en día tras pequeñas o grandes actuaciones en él con el consiguiente ahorro para las arcas municipales. Aquellos tiempos será muy difícil que volvamos a verlos de nuevo en Azuelo.