HERMANDAD ENTRE BARGOTA Y AZUELO

21 Septiembre, 2015

La relación entre Azuelo y Bargota va progresando de año en año. Dos pueblos vecinos, que mugan sus términos y que durante muchos años se han dado la espalda a pesar de que el camino de Garañango, término común para los dos pueblos, acorta mucho la distancia que existe por carretera entre ambas localidades.

Colectivos de los dos pueblos programan y realizan desde hace ocho años la actividad de senderismo “La Ruta de los Lavaderos”. Los de Azuelo colaboran con Bargota en su afamada Semana de la Brujería y durante todo el invierno los cazadores de ambos pueblos comparten jornadas de caza mayor con suculentos almuerzos.

En los inicios del pasado mes de junio tuvo lugar la “VIII Ruta de los Lavaderos” y en la sobremesa de la comida surgió la idea de programar en Azuelo una “comida especial” abierta a quienes habían participado en esta actividad en la que todos los años el plato principal es una sabrosa paella, plato fácil de preparar para el elevado número de participantes.

El 8 de agosto tuvo lugar en Azuelo la “comida especial”.  Mientras los de Azuelo se afanaban en poner a punto el comedor y ultimar el menú, eran los anfitriones, los de Bargota fueron a la Casa Encantada a visitar la exposición “La taberna de Azuelo” que este verano la Asociación Santa Engracia ha montado en la Casa de la Conrada. La visita a la exposición sorprendió a todos los bargotanos y los que no conocían la Casa de la Conrada, tras recorrerla, quedaron como todos que la visitan…¡Encantados!

La “comida especial” tuvo de menú dos platos fuertes, marisco y chuletón. El marisco vino desde la Marisquería El Puerto de San Sebastián y el chuletón desde la Carnicería El Montañés de Mendavia; los dueños de ambos establecimientos son descendientes de Azuelo. Nécoras, langostinos, txangurros, karrakelas, percebes y almejas dieron paso a los chuletones acompañados de ensalada de las huertas de Azuelo;  el menú fue regado con los buenos caldos, blancos y tintos, de la bodega Biurku Gorri de Bargota. El melón y el helado para postre dieron paso al café y los chupitos que animaron la sobremesa que, como siempre que se juntan las gentes de estos dos pueblos, se prolongó hasta última hora de la tarde terminando todos cantando y con una buena pregunta en la despedida, ¿Cuándo va a ser la próxima?

No hay duda de que alrededor de una mesa se solucionan problemas, surgen nuevas relaciones, se consolidan amistades… Como dice el refrán chino: “Si comiésemos más juntos, nos comeríamos menos los unos a los otros”. ¿Será por eso por lo que los Jefes de Estado o los Presidentes de los equipos de fútbol comen o cenan juntos en sus visitas? ¡Caray, con los chinos! ¡Saben de todo!  A lo mejor es que nos lo “han copiado” a los de Azuelo y a los de Bargota.