¡Patricia se casa! ¿No lo sabías? Pues, ahora te vas a enterar; ya puedes empezar a ver las fotos. Claro que antes de la boda tuvo que aguantar a sus amigas, Estibaliz, Aitziber, Vanesa, Maite, Yolanda, Nerea y su hermana Laura, que le prepararon unas pruebas para ver si podrá aguantar la presión del matrimonio. Al final tú mismo serás quien evalúe positivamente o negativamente a nuestra moza. Vamos allá.
Reunidas en una casa rural inician la jornada con la preparación de la comida, ensaladita y demás, todas modositas van al bar más cercano a tomar un aperitivo y a charlar, porque lo que más hicieron fue charlar. A comer, y al final de la comida una tarta con la foto de Patricia cuando era niña. Todas probaron para ver que tal estaba cuando era niña, y como a todos los niños, pues… nos los comemos a besos. Bueno todos no, porque fíjate como le clava el tenedor su hermana Laura, ¡ni que estuvieras haciendo budú, chica! Tranquilízate Laura, que Patricia se va de casa el día 12 y tú vas a ser la niña de mamá y papá, no vas a tener que compartir nada con ella, todos los mimitos van a ser para ti.
Patricia, se las ve muy felices. ¡Vaya prueba!, debió pensar.¡Esto está chupado! Tras la comida proponen salir de marcha y hay que cambiarse, así que al dormitorio. Segunda prueba para la moza, le obligan a ponerse el traje “a medida”, a medida que le va entrando, de profesora de gimnasia rítmica, y ellas con sus cintas, aros, mazas ¡qué mazas!, no decimos nada, sólo que eran rojas y azules, y silbatos, aunque en Azuelo le llamamos “pitos”, se preparan para salir al patio y aterrizaron en un parque infantil. Eso sí, el chuletón, que no falte, en el restaurante con más solera de Tolosa. ¿En qué lo hemos notado? En el “polvo”… de las botellas. ¡Ah! Con Charanga y todo. Durante la cena se le acercó una niña a Patricia y le preguntó ¿Seño, qué te hacen estas? Nada, guapa, nada, pero como sigan así las voy a castigar a dar cuatro vueltas al patio a paso ligero. Después de cenar pasaron al patio para ejercitar en la barra, en la barra del bar, claro. Poco a poco su disfraz se fue transformando en esponja ya que absorbían todo lo que les caía al vaso. ¡Por fin a descansar! Gritó Patricia pensando que ya había superado el suplicio de las pruebas. ¡¡¡Que te crees tú eso!!!! Gritaron a coro las chicas. ¡¡¡Toma!!! ¡Ponte esto y vámonos a Orio!. Patricia se tuvo que colocar el traje de guiri, que por cierto, le cae muy bien, no hay que ver más que cómo le miraban por la calle, y dudó entre ir para San Fermines o ir para Orio. Se dicidió por Orio porque las demás, que también iban buenas después de la farra lo que querían era ir a eso de la talasoterapia para descansar. Pero Patricia por lo que quería ir a Orio, era porque allí hay barcos y ella algo había oído de un “barco”. ¡Patricia, no confundas a Unai con Cristóbal Colón!. ¿Qué es lo del barco? Eso es otro capítulo de esta novela, que publicaremos si éste tiene éxito entre nuestros lectores y visitantes de la página. ¡Un abrazo, Patricia! Superaste muy bien las pruebas, ya puedes venir a casarte a Azuelo.