CONFERENCIA: LA MUJER, DEPOSITARIA DEL SABER DE LAS PLANTAS

27 Marzo, 2017

Con motivo de la celebración del “Día de la Mujer de Azuelo” el día 25 de marzo de 2017 organizado por la Asociación Santa Engracia tuvo lugar en la Casa de la Conrada una conferencia a cargo de Alejandra Arévalo con el título “LAS MUJERES, DEPOSITARIAS DEL SABER DE LAS PLANTAS”.

Es Alejandra una riojana afincada en Bargota donde colabora en la Semana de la Brujería instalando todos los años en el portal de su casa una botica de hace siglos tan bien ambientada que parece real. Aficionada y entusiasta del conocimiento de las plantas transmite lo que observa en la naturaleza durante sus paseos bargotanos y lo que bebe en lecturas de libros y documentos tanto modernos como antiguos, porque su profesión, restauradora de libros y documentos, se lo permite.

La Casa de la Conrada, ambientada con la cocina de una herbolaria repleta de todo tipo de plantas silvestres de la zona, y la puesta en escena de Alejandra con su traje de herborista que viste en la Brujería, hicieron que las asistentes a la conferencia no perdiesen ni una de las palabras de Alejandra.

Hizo Alejandra un recorrido desde los tiempos más remotos a los actuales resaltando la importancia que las plantas han tenido y tienen como remedio de la mayoría de las enfermedades del ser humano y como a lo lago de la Historia ha sido la mujer más que el hombre quien se ha ocupado de conocer y usar las plantas para sanar enfermedades. Remedios que la naturaleza ha puesto al alcance del hombre y que es éste quien tiene que saber buscarlos y administrarlos para mantener su salud. Recalcó bien que las sustancias naturales no son siempre apropiadas para todas las situaciones, ni para todas las enfermedades, ni para todas las personas, y que no deben ingerirse sin orden ni concierto ya que las hierbas medicinales tienen principios activos que a veces son muy peligrosas y hasta pueden acarrear la muerte.

En su recorrido por la Historia,  Alejandra incidió en que desde los primeros tiempos de la humanidad, las plantas nos han sido muy útiles y han estado presentes en casi todas las actividades y necesidades: Como alimento, como medicina, para la fabricación de útiles (cestería, cuerdas, etc), como elemento textil, como componente mágico-religioso o espiritual. Siendo la mujer quien atesora desde la Prehistoria, nómada o sedentaria, el conocimiento de las plantas debiéndose a ella el ancestral huerto donde se cultivaron a partir de plantas salvajes todas las verduras y hortalizas, legumbres y tubérculos que hoy conocemos y comemos.

En la Edad Antigua, chinos, egipcios, mesopotámicos, romanos…ya utilizaron las plantas medicinales quedando constancia en múltiples escritos.

Es en la Edad Media cuando  en Occidente se propaga el uso de las plantas medicinales al recluirse el saber en los monasterios donde se transcriben antiguos manuscritos árabes y griegos dando lugar a una medicina llamada “Monástica” que se caracteriza por la recopilación de escritos referentes a las plantas y sus virtudes medicinales. Estos manuscritos recopilan la sabiduría que a lo largo de los siglos habían ido atesorando principalmente las mujeres, pues ellas recogían las plantas y las secaban, las preparaban y las aplicaban para sanar los males y heridas del cuerpo. Las plantas también tienen otras propiedades, las “mágicas”, que se le adjudicaban a las plantas. Junto al hecho de la sanación había todo un ritual de conjuros y sortilegios, de unos poderes sobrenaturales que se atribuían a las plantas, y por ende a sus conocedoras y aplicaderas, son las llamadas “Herboristeras”, “Sanadoras”, a las que más tarde la Inquisición tachó de “Brujas”. Para aquellas gentes las plantas eran “sagradas” a las que se adoraba y se les adjudicaba capacidades y poderes extraordinarios. Aún hoy podemos ver en el dintel de las casas y de las cuadras de Navarra y del País Vasco el “Eguzkilore” o Flor del Sol, como protección contra el rayo y las enfermedades de los animales y las personas.

Son muchos los testimonios de obras literarias y científicas destacadas en el uso de las plantas a lo largo de la Historia como “Causa et curae” (1098) de la abadesa Hildegarda Von Bingen, “Somni” del humanista Bernat Meger, “La Celestina” de Fernando Rojas…

A principios del siglo XX la industria farmacéutica comienza a producir medicamentos, de esta manera pudieron los médicos combatir con eficacia enfermedades hasta entonces incurables y muchas veces mortales. No quiere decir esto que las plantas medicinales cayeran en el olvido, sus principios curativos siguen siendo hoy en día, explotadas y aplicadas sus sustancias, irreemplazables; hay una gran cantidad de medicinas actuales que tienen como base los elementos extraídos de plantas medicinales.

Cada vez hay más estudios que abordan el conocimiento de las plantas y sus componentes, así como sus efectos y formas, el modo de empleo, y después de años en los que la curación de enfermedades se había confiado casi exclusivamente a las medicinas obtenidas en los laboratorios, de nuevo vuelven a tener en cuenta los remedios naturales.

Antes de finalizar, Alejandra desgranó una extensa relación de plantas medicinales que se usan como remedio de males y dolencias que aquejan nuestra salud. Terminó la conferencia con la letra de una jota al igual que lo hace Félix Cariñanos de Viana, nuestro querido “Telarañas”, mandándole conferenciante y asistentes un beso y deseándole una pronta recuperación de su enfermedad. Félix estuvo en Azuelo el año pasado tal día como hoy dando la conferencia “La Mujer y el Camino de Santiago”. De aquella conferencia se organizó el viaje a Santiago que la Asociación hizo el año pasado.

La jota de Alejandra dice así:

“Como matas de romero,
tienes tantas florecicas.
Como matas de romero.
Y al llegar la mañanica
resplandece el mundo entero”.

Terminada la conferencia la Asociación ofreció a todos los asistentes la degustación de una infusión de santolina y a las mujeres asistentes les regaló una crema para la piel.