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ANNE

El 26 de junio de 2016 fue un día de alborozo y alegría para Azuelo. Las campanas de la iglesia del Monasterio repicaban alegres anunciando la buena…
06 Julio, 2016

El 26 de junio de 2016 fue un día de alborozo y alegría para Azuelo. Las campanas de la iglesia del Monasterio repicaban alegres anunciando la buena nueva para ese día; una niña, nacida en Pamplona el 4 de marzo, era traída a Azuelo por sus padres, Iñigo y Amaya, para ser bautizada en la milenaria pila bautismal del Monasterio.

Hace muchos, muchos, muchos años… No, no es el inicio de un cuento; es la realidad. Hace muchos años que no ha nacido un niño/a en Azuelo y sin embargo su pila bautismal sigue recibiendo a neófitos que vienen en busca del agua purificadora del Bautismo. Neófitos que sus padres y abuelos traen a nuestro pueblo, unos en busca de sus raíces y otros para que sus raíces no se pierdan. ¿Volverá a nacer algún niño en Azuelo?

Anne con sus mofletes y grandes ojazos llegó a Azuelo en los brazos de sus padres, Iñigo Díaz de Cerio y Amaya Azqueta Olcoz. En la puerta de la iglesia del Monasterio fue recibida por sus padrinos, Rubén Azqueta y Alicia González del Pozo, sus abuelos, familiares y muchos vecinos del pueblo que quisieron participar de tan alegre evento.

Tras acceder al templo fueron recibidos por el párroco Jean Pierre Kankolongo que ofició el bautizo. A la salida del bautizo de Anne tuvo lugar en el pórtico el tradicional lanzamiento de caramelos y chucherías para los niños que se afanaron  en no dejar ni uno solo entre la hierba, abuelas y madres ayudaban a los niños a recolectar la dulce lluvia ya que sus pequeñas manos no podían abarcar la cantidad de tantos caramelos.

Desde la iglesia los familiares e invitados se trasladaron al Granero para asistir a la comida familiar. Los padres de Anne invitaron a todos los asistentes a tomar un vino español en el domicilio de la Asociación.

No hay duda de que Gerardo, el abuelo paterno de Anne, es un azueluco de pro, como él bien dice, de sus cuatro nietos, tres se han bautizado en Azuelo, sus padres, Jaime y Angeles, los bisabuelos de Anne ya fallecidos, este día también hubiesen sido muy felices viendo a sus retoños corretear por los Planillos de la iglesia.

Días como este hacen que Azuelo cobre vida y mantenga la esperanza de pervivir en el futuro. ¡Qué cunda el ejemplo y sean muchos los azuelucos que regresen al pueblo en busca de sus raíces!

Felicitamos y damos la enhorabuena a los padres de Anne y a su hermanita Alai. Felicitación que hacemos extensiva a sus abuelos, tíos y primos.